Las devoluciones se han convertido en uno de los mayores quebraderos de cabeza de los comercios electrónicos. Hoy en día, una de cada tres compras que se realizan a través de Internet son devueltas a las compañías.
Una cifra que supone enormes pérdidas anuales tanto a las grandes empresas como a las más pequeñas. Tanto es así que marketplaces como Inditex y Uniqlo han empezado a cobrar por este servicio debido a los elevados gastos que suponen.
Sobre todo por los costes en transporte, más si cabe cuando se trata de recogidas a domicilio, y por los costes en mercancía, ya que esos productos tienen que ser reintegrados en stock siempre y cuando el producto devuelto esté en buenas condiciones y no se tenga que desechar.
Amazon seguirá sin cobrar las devoluciones
Por el momento, Amazon continuará ofreciendo su servicio de devolución de manera gratuita, aunque también ha querido tomar cartas en el asunto y endurecer su política de devolución.
A partir de ahora, el gigante del ecommerce restringirá o cerrará las cuentas de clientes que realicen devoluciones de manera recurrente.
Una decisión que favorecerá a la propia compañía estadounidense y sobre todo a los sellers, que verán cómo aumentan sus beneficios al reducir este tipo de coste.